“Las preguntas más frecuentes a un seminarista”: Impulsos de un joven seminarista

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Por: Juan José Muñoz Valle – Seminario Menor de Atotonilco

Hola estimados lectores, mi nombre es Juan José Muñoz Valle, originario de San José de Gracia, soy seminarista de la prepa a punto de “si Dios quiere” pasar al curso introductorio, y me gustaría compartir con ustedes, lo que creo a muchos les interesa porque ya muchas personas me lo han preguntado.

1.- ¿Cómo fue que quisiste ser seminarista? Pues la verdad no es algo que de un día para otro a otro digas sale, entro, y ya o que Jesús llegue a tocar a la puerta de tu casa y te diga vente; más bien yo pienso que en mi caso Dios fue preparando el terreno para que la vocación surgiera, mi familia desde pequeño me fue inculcando el amor a Dios y a la Iglesia y el estar en constante contacto con sacerdotes, me llevó a quererlo ser yo también y cuando llegó el tiempo de ingresar entré.

2.-¿Fue difícil irte de tu casa y adaptarte al seminario? Por supuesto que sí, es muy difícil dejar tus estructuras y un esquema que ya tenías y lo mas difícil, estar físicamente lejos de las personas que quieres, y el adaptarme sí fue complicado y más en el mundo actual donde hay tantas libertades mientras en el seminario hay que seguir ciertas normas, con esto no quiero desanimar porque en realidad, después de que pasa esto, realmente sientes que ese esfuerzo valió toda la pena.

3.-¿Y qué hacen en el seminario? Pues muchísimas cosas, me gusta mucho que siempre hay algo que hacer y no es solo orar (aunque sí es lo más importante), también estudiamos y ¡vaya que mucho! pero incluso durante el estudio encontramos la forma de divertirnos, también hacemos deporte, aprendemos artes (música, teatro, pintura, etcétera) tenemos nuestros espacios de tiempo libre y recreación, jugamos juegos de mesa y lo que es muy divertido los paseos (balnearios, ranchos, pueblos o ciudades, etcétera) y fiestas al interno de la comunidad, en realidad nos divertimos mucho, es genial.

4.-¿Qué te hace seguir adelante? Es un misterio, la verdad es ahí donde uno se da cuenta de que Dios va actuando, Él da muchos signos, habla en silencio y los hechos, Él sostiene y acompaña, también María nos acompaña, yo recuerdo que la primera vez que visité la Basílica de San Juan, ya estando en el seminario, le dije a ella que en sus manos ponía mi vocación y ella la ha guardado muy bien, no la deja caer.

5.-¿Y sí vas a ser padre? Esta es una de las preguntas más frecuentes y la que yo creo es la más difícil de responder, si me preguntaras ¿quieres ser padre? Eso sería más fácil de responder, pero el llegar a serlo es otra cosa, a esto yo suelo responder que sí tengo ganas (de lo contrario no estaría en el seminario) pero que la respuesta la tiene Dios, si Él quiere y yo quiero también y ya se armó, pero siempre les pido que recen para que sí lo sea.

6.-¿Y no te gustan las mujeres? Son muchos lo que me han preguntado eso, en un principio me molestaba bastante, pero después aprendí a responder a esto “sí me gustan, pero me aguanto como los hombres” o sea es algo a lo que renuncio, por un bien mayor, no es que renuncie al amor, sino que en Dios se encuentra un amor más grande que lo llena todo.

7.-¿Nunca has pensado en tener una familia? Por supuesto que sí, uno siempre se plantea otras opciones, porque es natural y normal imaginarse esto que también es algo muy bello y una vocación igual de importante, y el plantearse las otras opciones ayuda siempre a ver y valorar qué es lo que me da esta vocación y qué hay en las otras y buscar qué me plenificaría más.

Bueno les comparto esto para dar a conocer un poco, una vocación, les pido y agradezco que hagan oración por mí, por todos los seminaristas y sacerdotes para que seamos santos.