“Ante ti, madre, acudimos para ser protegidos con la imposición del escapulario, que como buena madre, tú nos has dado”. Así, vitorearon fieles de la comunidad parroquial del Espíritu Santo, en la procesión solemne que se realizó por las calles circundantes alrededor de la parroquia para conmemorar, honrar y festejar a Nuestra Señora del Monte Carmelo.

“El escapulario no es un amuleto, ni nos convertirá en mejores personas solo por el hecho de llevarlo colgado al cuello. El escapulario es un sacramental por medio del cual, recibimos efectos espirituales gracias a la ayuda de la oración. Al imponernos el escapulario nos comprometemos a vivir a ejemplo de María, tratando de imitar sus virtudes y con su ayuda e intercesión, a alcanzar la pureza de cuerpo y alma”, así lo expresó el presbítero José de Jesús Hernández Camarena, quien presidió la solemne celebración Eucarística en la que se conmemoró a Nuestra Señora del Monte Carmelo, la estrella del mar, el pasado 16 de julio.

Ante un templo parroquial, completamente lleno de fieles devotos de la advocación de Nuestra Señora del Carmen, el presbítero José de Jesús compartió a la asamblea el origen de la celebración y el significado de portar el escapulario; terminada la celebración Eucarística se procedió a realizar una procesión con la imagen, la cual fue cargada en hombros. La procesión inició y terminó en el templo parroquial donde se impartió la bendición y la imposición de los escapularios, para después terminar con la Hora Santa.

Cabe mencionar que es primer año que se realiza esta procesión en honor de Nuestra Señora del Carmen, ya que la imagen fue donada generosamente a la parroquia para su veneración días antes de iniciar su fiesta.

Datos:

  • Carmelo.- viene del hebreo “Karmel”, que quiere decir “Jardín de Árboles”, o bien, viña de Dios.
  • El escapulario del Carmen además de la promesa de salvación a quien muera con él, también lleva consigo el llamado privilegio sabatino.
  • El privilegio sabatino consiste, en que la Santísima Virgen sacará del purgatorio cuanto antes, especialmente el sábado después de su muerte, a quienes hayan muerto con el escapulario y durante su vida hayan guardado castidad según su estado y rezado todos los días el oficio parvo.